Autor: Myriam Millán
Formato: Kindle Edition
Pages: 332
Nro de Capítulos: 61 capítulos.
Venecia, 1752
Jianna, una joven
huérfana de dieciséis años, se ve abocada a la prostitución como única salida
para sacar adelante a su humilde y numerosa familia.
Mientras tanto, un
sádico asesino al que han apodado Diávolo por la brutalidad de sus crímenes, va
llenando de cadáveres la Ciudad de los Canales.
Cuando los caminos
de Jianna y Diávolo se crucen todo cambiará en sus vidas y en las de todos los
venecianos.
Si quieres saber
quién se esconde detrás de la maschera nobile, arriésgate a jugar al diabólico
que Él ha ideado para conquistar el corazón de Jianna y el de todos los
lectores que se decidan a acompañarla.
Él, Diávolo te
espera.
Me he tardado más de la cuenta en entregar esta
reseña, pero sin lugar a dudas que no me ha abandonado de la cabeza. Porque aún
mientras estaba haciendo fila en un banco, sigo pensando en la oscura y
romántica historia entre una cortesana de la Venecia de 1750 y un peligroso
asesino serial. El juego de Diávolo ha iniciado. ¿Serás capaz de entrar en él?
Jianna D’Angelo es una
joven de dieciséis años que vive en los suburbios de Venecia, Italia. La
familia D’Angelo, como las demás personas de esa zona, viven en la pobreza,
luchando contra el hambre y la enfermedad para sobrevivir, solo unos pocos
lográndolo. Jianna es huérfana de padre y madre, viviendo solo con su hermana
mayor Delia, Savino –el abusivo y borracho esposo de ésta–, los sobrinos de
este matrimonio, y además de su cuñada Gina, esposa de su hermano mayor quien
se lanzó al mar hacía una temporada y no vuelve, dejando a su mujer e hijos. Lo
que Jianna y su hermana, junto a una sobrina, ganan no es suficiente para
solventar a toda una familia tan numerosa, sin mencionar que lo poco que ganan,
Savino lo pierde en bebida y juegos de mesa. En un momento de desesperación,
Jianna recurre a una sola forma de sacar a su familia de la miseria: decide
prostituirse. Y lo hace, logrando hacerlo a cambio de comida que lleva a su
gente.
Jianna repite la ocasión varias veces con el mismo
hombre, Fabrizio, quien le paga sus servicios con comida, hasta que ella toma
valor y se va a la calle de las prostitutas, donde su ambición sube. No es solo
comida lo que necesitan ahora, sino dinero también, algo que Fabrizio no podrá
darle. Pero una noche, es atacada por un grupo de prostitutas hartas de que
Jianna robe la atención de todos los clientes. A punto de alcanzar su muerte,
es salvada por una persona. Pero no un ángel guardián sino, un demonio.
Diávolo.
Aquellas cinco putas iban a matar a un ángel. Enloquecí por completo. Muy pocas veces en mi vida he matado con tanta ira. Supongo que fue porque era la primera vez que mataba por una razón, lo cual me convertía en un asesino diferente. Lo comprobé en cuanto terminé de quitarles la vida. Era como si otro Diávolo se hubiese apoderado de mí.
Rescatada de las calles por un enano, Jianna es
llevada a La Serenissima, un prostibulo de alta gama que prepara
mujeres dignas de ser cortesanas; hermosas, educadas en economía, política y
seducción, que buscan lo mejor de la vida. Bajo la tutela de Lucrezia, la vida
de Jianna da un giro de 360 ° cuando su protector ofrece una altísima cantidad
por ella, convirtiéndola en la cortesana más cara en toda Venecia. Jianna
comienza a recibir la atención de cada noble, mujer y hombre, e incluso del
mismo demonio.
Podría estar horas describiendo la imagen de Jianna mientras bajaba aquellas escaleras y todo lo que yo sentí mientras lo hacía. Ya no quedaba nada de la escuálida joven sucia que encontré en la penumbra. Sí es importante que sepas que el que otros hombres la miraran de la misma forma que yo me llenaba de ira. Los hubiese matado a todos, pero era difícil matar con Jianna delante. (...) Después de mucho meditarlo, lo único que podía hacer desaparecer de mi cabeza la idea de matar a cada hombre que la pretendiera, era conformarme con tenerla cerca. No buscaba que se enamorara de mí, yo soy un ser condenado y ella un ángel. (...) Pero Jianna tenía algo que no tenía nadie más y que hizo que todos los hombres y un Diávolo aquella noche cayeran a sus pies.
Cuando las cartas de Diávolo comienzan a llegar a
la habitación de Jianna, expresándole que está más cerca de ella de lo que
cree, Jianna deberá decidir si entrar en el juego de Diávolo, un juego que la
incita a buscarlo, sospechando de cada hombre que la frecuenta. Pero aceptar el
juego es peligroso, y sus decisiones podrían llevarla a algo peor que la
miseria de la que vino.
Pasé del entusiasmo y la euforia que me producía ver en los ojos de otros el terror de mis actos, a la ira que me invadía al oír la curiosidad que ella despertaba. (...) Era consciente de que debería empezar a acostumbrarme a que hombres que apreciaba y que despreciaba pudieran tocarla a cambio de una suma muy alta.
Yo mismo tendría que pagar por ella, aunque eso no me importaba, solo me preocupaba poder contener mi ira y no introducir mi debilidad en La Serenissima.
Yo entré en este juego, y tengo la fortuna de decir que salí bien librada, al menos físicamente. Porque tanto mi cerebro como mi corazón no pudieron. Este libro es LA CÚSPIDE de la perfección para mí. Es todo un thriller que pone tu mundo de cabeza, con romance, angustia, suspense y belleza.
¿Habéis visto V for Vendetta o Ashita no Nadja? (en español: V de Venganza, y Nadja del Mañana. Una película y anime, respectivamente) Pues, este libro resulta una combinación de ambos, pero mejor. O, por el contrario, ¿qué demonios hacéis con vuestra vida?
Hay un atractivo especial en un sádico asesino
atraído por una mujer que no puede dañar y Venecia. Llámenme loca, pero Myriam
Millán ha logrado algo que nunca nadie ha podido conmigo: dejarme
total y rotundamente obsesionada. Lo digo en serio. El personaje de Diávolo me
conquistó a tal punto que lo veo hasta en la sopa. La seducción de este
personaje a lo largo de la novela fue tal, que es imposible escapar de sus
garras. Es imposible resistirse a él, y no entrar al juego de descubrir cuál de
los tantos hombres que se nos presenta a través de la historia luego de que
Jianna entra en La Serenissima es él. Yo misma fui haciendo
una lista y descartando personajes, porque aviso: la misma autora te lo va
diciendo poco a poco, se debe estar muy al pendiente de cada mínimo detalle, y
tienes que confiar en tu intuición.
Jianna es una mujer fuerte, valiente, lista.
Tenemos tres voces en la narración, y ella es una, por lo que podemos ver
cuáles son sus pensamientos, vemos su punto de vista de la historia, y resulta
ser refrescante. Está decidida a no volver a caer en la miseria, pero no es
ambiciosa por el poder o la riqueza, solo busca sobrevivir en un mundo
complicado. Luego está Diávolo. Son cortas sus interacciones con el lector,
pero las cartas que le escribe a Jianna y las veces en las que entra en escena
son suficientes para ir descubriendo a tan enigmático personaje. No desea que
ella descubra quién es, porque sabe que la pondrá en peligro. Pero poco a poco
vemos como su debilidad hacia ella crece, y como en cada oportunidad en que la
vida de ella peligra, él aparece para salvarla.
Estaba convencido de que mataría a la primera persona que entrara en el callejón, pero entonces vi a Jianna. Aquella joven harapienta y sucia hizo que se desvaneciera el infierno bajo mis pies y, por un instante, dejé de ser ese monstruo al que llamaban Diávolo.
La prosa es ágil, no es la gran maravilla, pero es
sencilla, sin muchos contratiempos y da lo justo sin llegar a ser extenuante.
Lo mejor es que, una vez que descubres quién es Diávolo, y acabas la historia,
te provoca volver a ella con ese conocimiento en mente –¿o solo me pasa a mí?
Quién sabe. Pero si algo sé, es que me fue un poco decepcionante el final. ¿La
razón? Vayamos a la sección con spoilers abajo.
SPOILERS Y
FANGIRLEO
Ahora sí puedo hablarles con absoluta franqueza. Lo
primero que puedo decir es: ¡¡¡AAAAAAHH!!!
O sea, este libro ¡fue la bomba! Nunca creí que ese
libro con atractiva portada que me topé en una página iría a causar tal
impresión y tal infarto en mi vida. Incluso puedo asegurar de que a mitad de
lectura declaré: “he encontrado a mi favorito del mes de marzo y mi primera
favorito del 2017”. Porque Él, Diávolo ha arrasado
con ambos puestos, desembarcando cualquier otro, antes o después de él. En
verdad no sé cómo le hizo o qué pacto con el diablo tuvo Myriam, pero a esta
mujer le haré un altar. Tiene una combinación que incluso supera la de Rip (reseña) de Rachel Van Dyken.
Tengo una peligrosa debilidad por esta combinación:
tipo sádicos capaces de cualquier cosa, pero incapaces de no rendirse a los
pies de alguien, de poseer tal debilidad hacia una persona que lo protejan de
todo y de todos, hasta de sí mismos. Astutos, posesivos, con un lado oscuro que
hasta ellos mismos temen. Diávolo es un personaje que me enamoró por completo.
Y admitiré algo, algo tan imposible que hasta yo misma me sorprendí (y por el
cual me arrancaran la cabeza si existieran): Diávolo ha sido capaz de
arrebatarle el puesto de mi amor literario al mismísimo Lord Voldemort.
¡ARGH! Si me conocieran en persona, o lo conocerán
ahora, tengo un extraño amor hacia este ser, sea en su forma de Voldemort o de
Tom Riddle, y nunca, nunca antes ningún personaje masculino encantador ha
podido quitarle el trono que Riddle tiene para mí. Pero llega este sádico
asesino veneciano y ¡PUM! Chao, Riddle.
Regresando al tema del libro, confieso que no
esperaba un misterio, aunque me encantan. Me encantan ver casos de buscar al
asesino o juegos parecidos, libros que retan al lector a pensar, como lo son
(mi único ejemplo) los libros de Dan Brown. Aquí, juro que tenía un cuadernito
especial donde anotaba todo: sospechosos, pistas, descartes, descripciones. Y
entre todos los caballeros, sospechaba de Lucio Cavalli. Lectores, había algo
dentro de mí que me decía: ese es. Debo decir que Lucio tiene pocas
apariciones, y no sabía por qué me llamaba la atención. Por un momento me
asusté y pensé que resultaría ser Marco Grimani, o peor: que Bruno Cominnetti
en realidad estaba fingiendo el capturarse a sí mismo, sin embargo ya antes de
la mitad lo descarté por completo debido a lo absurdo de la idea.
Cuán grande fue mi alegría al ver que mis sospechas
eran ciertas y resultó ser Lucio. ¡YO LO SABÍA, LO SABÍA! ERA DEMASIADO CALLADO
Y CON POCAS PARTICIPACIONES PARA NO SER ÉL. ¡QUISIERON ENGAÑARME PERO NO
PUDIERON, SÍ QUE NO!
Terminé este libro entre las 3-4 de la mañana, con toda mi familia dormida, ¿Y SABEN LO FRUSTRANTE QUE FUE EL NO PODER GRITAR? Tenía una euforia dentro de mí, anhelando escapar a través de mi garganta y boca. Mi pobre almohada, si fuera humana, habría quedado sorda. Estaba feliz, extasiada, ansiosa, triste, miles de sentimientos bullendo dentro de mí. Ni siquiera sé cómo fue que pude dormirme.
Terminé este libro entre las 3-4 de la mañana, con toda mi familia dormida, ¿Y SABEN LO FRUSTRANTE QUE FUE EL NO PODER GRITAR? Tenía una euforia dentro de mí, anhelando escapar a través de mi garganta y boca. Mi pobre almohada, si fuera humana, habría quedado sorda. Estaba feliz, extasiada, ansiosa, triste, miles de sentimientos bullendo dentro de mí. Ni siquiera sé cómo fue que pude dormirme.
Las frases de Diávolo fueron tan hermosas que toda mi edición digital, podría decirse, quedó resaltada. La prosa de Myriam, a través de los pensamientos de Diávolo, es tan cautivadora… ¡Amo a esa mujer y su pluma!
NOTA: Aclaro que no me gustó el final por ser tan abierto. Olvidé eso en toda la reseña.
Temblaba de frío, se estremecía, sudaba y murmuraba entre sueños. Durante toda la noche la obligué a beber, poco a poco, el agua de una jarra que le había traído Dita.No pensaba, trataba de no ponerme en lo peor. Jianna era fuerte, podía sobrevivir. Y lo hizo.
Si Jianna hubiese muerto aquella noche, me habría vuelto completamente loco.
Este libro marcó un punto y aparte en toda mi vida,
y sin importar qué libros vengan, ocupa un lugar súper especial en mi corazón.
¡YO TAMBIÉN QUIERO UN DIÁVOLO!
Diávolo no dejaba de moverse por el granero.
─No puedo dejarlo con vida ─le decía a Jianna.
─Tienes que pagar por lo que has hecho ─continuaba Marcelo.
─Deja que lo mate ya ─repetía Diávolo.
─¡Cállate de un vez! ─le gritó Jianna y hasta Marcelo temió alguna represalia por parte del asesino. Pero Diávolo tan solo la miró silencioso un instante y salió del granero. Marcelo observó a Diávolo, la silueta del asesino acechando como un animal sin apartar los ojos de él a través de la puerta, y seguidamente miró a su hermana.
─¿Qué clase de mujer eres ahora, que te atreves a gritar y a empujar al demonio al que todos temen y él no es capaz de reprenderte?
─Ese demonio me salvó la vida...
1 Comments
No sabes lo que me alegra saber que Diávolo te haya hecho sentir todo eso. Gracias por leerme y recomendar mi novela. Un abrazo y nos vemos en París de nuevo con ÉL.
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