Título original: Captive Prince
Autor: C.S Pacat
Formato: Kindle
Edition
Pages: 203
Nro de
Capítulos: 13 capítulos.
Damen es un héroe
guerrero de su pueblo y el heredero legítimo del trono de Akielos, pero cuando
su medio hermano toma el poder, Damen es capturado, despojado de su identidad y
enviado al servicio del príncipe de una nación enemiga como esclavo de placer.
Su nuevo amo es hermoso,
manipulador y peligroso; el príncipe Laurent personifica lo peor de la Corte de
Vere. Sin embargo, dentro de la insidiosa red política vereciana, nada es lo
que parece; cuando Damen se encuentra atrapado en el juego de intrigas
referentes a la sucesión al trono, deberá colaborar con Laurent para sobrevivir
y salvar a su país.
Damen solo tiene una
estrategia: nunca, jamás, revelar su verdadera identidad. Porque el hombre que
más necesita es también aquel que tiene más razones para odiarle que ningún
otro...
Comenzamos con Damen, príncipe
heredero del reino de Akielos, quien es atacado repentinamente en su hogar por
su medio hermano Kastor. Este despoja a Damen, o Damianos, de sus vestiduras
reales y lo viste como esclavo, cediéndolo como ofrenda de paz al reino enemigo
de Vere y fingiendo la muerte del mismo Damianos así como del resto de su grupo
de esclavos. Ahora, en reino enemigo, Damen debe salvaguardar a sus
compatriotas luego de conocer las formas de Vere en el trato de mascotas y a la
vez, escapar para recuperar su trono. Lo que no esperará es que en Vere las
cosas no son como él creía.
Cabe destacar que C.S Pacat ha creado un mundo
semi-complejo. En todos los reinos, se es requerido esclavos sexuales y
cortesanos, y es muy bien visto que las parejas sean del mismo sexo –más bien,
es algo más normal que los de sexos distintos por el temor al embarazo, a no
ser que las parejas sean casadas o rey-reina. Aunque eso no es algo tan raro,
al menos no para mí, sino el tipo de preparación que dichos esclavos tienen. El
autor usa mucho las influencias de antiguas civilizaciones. Los esclavos son
adiestrados en sumisión, etiqueta, política, entretenimiento, y demás. Sin embargo,
la diferencia radica en el lugar en
el que viven. Por ejemplo, en Vere la depravación está a la orden del día. Es tanta
la libertad y perversión, así como crueldad insana que hay en este reino que
hubo un punto en que me sorprendió.
Laurent es, a mi punto de vista, una fuerte
combinación de Draco Malfoy y Voldemort. Astuto, frío, calculador y sarcástico,
despide crueldad por cada poro. Sé que a muchos les cayó mal en este primer
libro, pero yo he sido la rara que ama profundamente a este personaje. Laurent
perdió a su hermano mayor Auguste a manos de Damianos (o sea, Damen) por lo que
siente un profundo odio hacia él y todo Akielos. Por lo que da a entender el
libro, no ha llegado a ver nunca a Damen antes, pero eso no significa que uno
no siente esa duda de si fuera verdad o no.
Ahora, yendo por el resto de personajes rápidamente, pasaré por el Regente, tío de Laurent y actual gobernante hasta que este último tenga la edad para ascender al trono. A primera vista, parece el típico tío bonachón y agradable, pero a cierto punto uno empieza como que a sospechar de él. Bueno, uno supone que Kastor, por ser quien empezó todo este embrollo, es el villano, pero el tipo solo es mencionado, así que espero poder conocer un poco más de él a futuro. Pasando a los esclavos, tengo una gran queja con Nicaise…, un niño de 13 años según se supone. Es el crío más insoportable que he conocido. No diré de quien es mascota, porque a mí me sorprendió conocer ese hecho y me ha dejado una gran angustia sobre otro personaje. En verdad que muchas veces quise darle un solo coñazo por malcriado.
Govart fue un personaje que me dio miedo en cierta ocasión. Es
un ex.miembro de la Casa Real, y corren rumores de que es el matón del Regente.
Es un ser despreciable y temible. Pasaré a Erasmus,
un esclavo akielense que viajó en el mismo barco que Damen, y a quien este
salvó su estilo de vida por medio de Laurent. También haré mención de Ancel, un esclavo*cofputocof*
vereniense, mascota del miembro del Consejo Berenger: nunca falta un pelirrojo
ojos verdes.
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