Título original: Cambio de Actitud
Autor: Mary
Calmes
Formato:
Kindle Edition
Pages: 264
Todo
lo que Jin Rayne, joven homosexual y hombre pantera, anhela es una vida normal.
Después de huir de su pasado, Jin sólo desea empezar de nuevo, pero su vida
anterior no quiere soltarlo. Cuando sus viajes lo llevan a una nueva ciudad, su
camino se cruza con el líder de la tribu local de panteras. Logan Church
resulta ser un shock y un enigma para Jin, quien teme que Logan sea su pareja y
el amor de su vida. Jin no desea volver a vivir como en el pasado, y aparearse
con el hombre lo ataría irrevocablemente a él y a su tribu. Pero Jin es la
pareja que Logan necesita a su lado para ayudarlo a liderar su tribu y no se
dará por vencido tan fácilmente. Llevará tiempo y confianza para que Jin
descubra la dicha de pertenecer a Logan, y a amar sin reserva.
A
veces detesto hacer reseñas muchas horas después de que leí el libro; no las
hago al momento por no poder –ejemplo: terminé este libro a las 12 de la
mañana, me parece. Tenía clases a las 8 de la mañana al día siguiente, y yo soy
de las que si no se acuesta enseguida, se queda dormida. Sí, lo sé, me
contradigo. Sin embargo, pierdo las sensaciones que experimenté al momento de
terminar. Estoy quedando tan Dory como una amiga.
En
fin.
Tenemos
toda una jerarquía dentro de una tribu de shapeshifters,
u hombres panteras, en este caso. Primero está el semel, el líder de la tribu, el encargado de cuidar, dirigir, proteger
a su gente, su manada. Como líder, debe ser fuerte, poderoso, honrado, astuto. Cada
semel nace con su reah, que no es nada más que su alma
gemela. Ambos representan el ying y el yang, y crean el maat, la armonía. Eso haría que el semel sea bendecido por los dioses, su título pasando a semel-re. No obstante, las reahs son escasas, y por lo tanto muy
pocos son los semels que encuentran a su otra mitad. En tal caso, son unidos a
las yereahs, parejas que los semels seleccionan para aparearse y
seguir el linaje.
Más
abajo siguen los sylvan, los maestros
u consejeros del semel. Son quienes
guían en la tribu y hacen conocer la ley por la que todos se rigen. Siguen los sheseru, guardián de la pareja del semel –sea yereah, o una reah– y
defensor de la tribu. Los sheseran
son la pareja de éste. Siguen el maahes,
el emisario u embajador del semel y
de la tribu en sí. El beset es el
acompañante de la reah. Y si llega la
ocasión, una reah puede seleccionar
una aset, una pareja designada por la
reah para ser pareja del semel en caso de que la reah muera.
Olvidé
mencionar, por cierto, que existe otra diferencia entre una yereah y una reah: los semels y las reahs se unen por siempre, en cambio la
unión con las yereahs son más
liberales.
Increíble,
¿no? Todo un mundo tan perfecto, tan hermoso.
Jin Rayne es homosexual. Pero peor
aún: es una reah, macho, sin pareja. Exiliado
de su tribu por ser considerado una abominación –las reahs no pueden ser macho– Jin viaja por el país junto a su amigo
Crane, quien decidió irse de su tribu para acompañarlo. La vida de los dos
cambia cuando salvan a la hermana del semel
que dirige la tribu de la zona, Logan Church y, en una serie de acontecimientos
más tarde, son llevados hasta él. En ese instante en que sus miradas se
encuentran, Jin descubre que es la reah
de Logan, algo que no puede concebir ya que eso significaría abandonar su
libertad, formar parte de una tribu y someterse a una persona –física y
emocional– lo que conllevaría a que su confianza –y corazón– estuviera en
peligro de ser destruida una segunda vez. Ya sucedió antes con quienes creían
eran su tribu, su familia. Sin embargo, la fuerza de la unión entre un semel y
su reah es tan poderosa, que Logan encontrará la manera de demostrarle a Jin es
digno de él.
La historia es tan perfecta,
aunque a veces es un poco confusa. Sobre todo los diálogos. En varias ocasiones
tuve que regresar y leer todo por segunda vez ya que no comprendía la situación
–culpa de la autora o la traducción, quién sabe.
Jin es un hombre que sufrió
mucho. En cuanto se auto-declaró homosexual y reah, sufrió el repudio, la humillación y abandono, así como
tortura, del semel de su tribu, su
gente, y hasta su propio padre que pidió su muerte. Eso le hizo sumamente
receloso con a quien entregaba su confianza y corazón, y por su condición, le hacía
temeroso de que otros más se dieran cuenta e intentaran someterlo –para
encontrar su pareja destinada– o matarlo. No era para menos. Su padre era
es un total homofóbico repulsivo.
Logan, por otro lado, es
posesivo, dominante, cariñoso y muy protector con su gente y su pareja. Amé a
este hombre como no tienen idea. Aunque claro, lo vemos retratado desde el
punto de vista de Jin, quien es nuestro narrador. No obstante, Jin nos deja ver
también sus defectos. Como el tomar decisiones impulsivas, su vena
controladora, la obsesiva dominación que hace respecto a su pareja –por sus
instintos animales–. Jin logra hacerle frente, con coraje y paciencia, a pesar de
que algunas veces decida salir huyendo con la cola entre las piernas.
Mal, Jin.
Porque sí, en varias ocasiones,
Jin huye de Logan en vez de enfrentar la situación. No obstante, en lo personal
me gusta cuando ocurre esa situación, le otorga un drama a la historia que al
menos aquí, no rayó en lo frustrante.
… fue cursi, ¿de acuerdo? Si hay
algo que siento arruinó varias escenas, fue la cursilería. Donde debería haber
seriedad, la autora lo desarrolló de la forma contraria. Y el trato de la
familia de Logan para con Jin por ser una reah, me pareció exageradísimo. Me desagradó
un poco que todos le trataran con delicadeza, como si fuera un enviado de Dios –que
quizá lo sea, pero ¡no mamen!
Sigo pensando que si pudiera, le
daría más de 5 en Goodreads. Porque no puedo obviar lo encantadora que resultó
ser, y la hermosa pareja que hacen Logan y Jin.
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