Autor: Alessandra Hazard
Formato: Kindle Edition
Pages: 71
Joven, rubio y apuesto, Sage atrae atención no deseada en la cárcel. Cuando su compañero de celda le ofrece protección, Sage acepta la oferta, aun cuando él no confía en el hombre. Poco sabe él sobre cuánto esto cambiará su vida.
Cuando es liberado de la prisión, Sage se encuentra a sí mismo necesitando y queriendo cosas que no debería desear. Sage es heterosexual. Él lo es. Él tiene una novia. Lo que pasó en la prisión se quedó en la prisión -o eso Sage se dice a sí mismo.
Hasta que se encuentra con su ex-compañero de celda de nuevo. Xavier. El hombre al que odia y anhela.
Esta novela corta contiene lenguaje explícito y relaciones de sexo H/H. Solo para mayores de edad.
¡ESTÁ INCREÍBLE! Y si pudiera darle más de 5 ★ lo haría.
Sí, ya lo sé. ¡Rossy ha leído un libro de menos de 100 páginas que le gustó mucho! ¡Y de homoerótica!
Pero es que… no fue tan malo como supuse que sería. No llevaba más expectativa de la idea “Será tan mierda como los que he leído”.
La historia es completamente sencilla, y siendo objetiva, tiene aquello que no me agrada: poca profundidad en los personajes. Muestra una relación un tanto plana entre Xavier y Sage, sin embargo… hubo algo que simplemente me conquistó, y es justamente la forma en que la autora retrata la relación de estos dos hombres.
Xavier es posesivo, dominante, y arrogante, es como decir el macho alfa respecto a Sage, quien toma el papel de pasivo, de sumiso, adaptándose a las demandas de Xavier y volviéndose dependiente de él.
Lo sé, estoy loca. Pero no me importa. Esta vaina está demasiado buena y perfecta para mí que no puedo –ni voy– a ignorarla. Y sí; si de esta forma me gusta la precuela, ya imagino lo mucho que me gustará la saga. Solo que iré con cuidado para no llevarme un chasco.
Me ha sucedido.
PD.: En verdad tengo que agradecer a Brenda, una chica que conocí de un blog. Si ella no me hubiera recomendado esta saga, aún seguiría sin mi primer favorito de febrero. ¡Gracias, Bren!
Cuando es liberado de la prisión, Sage se encuentra a sí mismo necesitando y queriendo cosas que no debería desear. Sage es heterosexual. Él lo es. Él tiene una novia. Lo que pasó en la prisión se quedó en la prisión -o eso Sage se dice a sí mismo.
Hasta que se encuentra con su ex-compañero de celda de nuevo. Xavier. El hombre al que odia y anhela.
Esta novela corta contiene lenguaje explícito y relaciones de sexo H/H. Solo para mayores de edad.
¡ESTÁ INCREÍBLE! Y si pudiera darle más de 5 ★ lo haría.
Sí, ya lo sé. ¡Rossy ha leído un libro de menos de 100 páginas que le gustó mucho! ¡Y de homoerótica!
¡Apocalipsis!
Pero es que… no fue tan malo como supuse que sería. No llevaba más expectativa de la idea “Será tan mierda como los que he leído”.
Cuán lejos de mi realidad.
La historia trata de Sage, un atractivo joven de lindos ojos azules y rubio, autodenominado heterosexual pues tiene una novia a la que ama y planea casarse a futuro. Claro que no esperaba terminar en prisión debido a que, borracho, atropelló a una persona, por lo que fue condenado a un año. Allí conoce a Xavier, su compañero de celda, un hombre de unos 23 años bastante alto, todo lo contrario a él en apariencia física y dominante. Xavier fue condenado por haber matado a 8 personas en un centro comercial. Automáticamente después de su llegada, Xavier nombra a Sage “su puta”, título que le otorgará inmunidad en una cárcel donde todos se cogen, manosean y violan a todos, en especial a uno con cara tan bonita como Sage. Claramente a este no le agrada, pero con el paso del tiempo, desarrollará una dependencia a Xavier más allá del ámbito sexual, incluso luego de salir de prisión y reunirse con su novia. ¿En verdad podrá Sage continuar con su vida normal aun teniendo a Xavier muy dentro de él?La historia es completamente sencilla, y siendo objetiva, tiene aquello que no me agrada: poca profundidad en los personajes. Muestra una relación un tanto plana entre Xavier y Sage, sin embargo… hubo algo que simplemente me conquistó, y es justamente la forma en que la autora retrata la relación de estos dos hombres.
Xavier es posesivo, dominante, y arrogante, es como decir el macho alfa respecto a Sage, quien toma el papel de pasivo, de sumiso, adaptándose a las demandas de Xavier y volviéndose dependiente de él.
Sí. El síndrome de Estocolmo.
Si han leído mis reseñas y opiniones, sabrán que este síndrome es mi debilidad. Xavier me encantó, MUCHO. Y la forma en que luego la autora hace llevar a Sage a un psiquiatra, la forma en que Xavier aparece luego –como un acosador–, la presencia imperiosa de Xavier hacia Sage, el como a la vez Sage logra hacer entrever un lado sensible en Xavier –una debilidad, algo que tiene que sacar de él y no puede–. Todo eso funcionó para que me conquistara.Lo sé, estoy loca. Pero no me importa. Esta vaina está demasiado buena y perfecta para mí que no puedo –ni voy– a ignorarla. Y sí; si de esta forma me gusta la precuela, ya imagino lo mucho que me gustará la saga. Solo que iré con cuidado para no llevarme un chasco.
Me ha sucedido.
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