Autor: Julie Klassen
Formato: Kindle Edition
Páginas: 314 (según mi edición)
Capítulos: 50 capítulos.
Emma
Smallwood vive con su padre viudo en un pequeño internado para chicos de
Devonshire, al suroeste de Inglaterra. Después de la partida de su último
alumno, Emma decide acompañar a su padre a la casa de un barón y de sus cuatro
hijos, situada en la costa de Cornualles. Pero nada más instalarse y empezar a
dar clase a los dos hijos más pequeños, comienzan a ocurrir sucesos
misteriosos. ¿Quién toca el piano por la noche? ¿Y quién se cuela en la
habitación de Emma, dejándole extraños recuerdos?
Los
hijos mayores del barón, Phillip y Henry Weston, se enfrentan a sus propios
problemas y a sus propios secretos. Ambos recuerdan a la señorita Smallwood de
los días que pasaron en el internado de su padre, cuando era una muchacha
tímida y estudiosa. Pero ahora, uno de los dos se siente inesperadamente
atraído hacia ella.
Cuando
los sucesos extraños se multipliquen, ¿averiguará Emma en qué hermano debe
confiar?
Jamás
esperé encontrar una joya en este libro, pero al ir limpiando sus páginas,
martillando con delicadeza, uf, menuda gema me topé.
Emma Smallwood es la hija de un viejo tutor,
John Smallwood. Durante años sus padres regentaban una academia de chicos, por lo
que Emma vivió en un ambiente muy poco rodeado de mujeres. Entre los alumnos de su padre se destacan los hijos del barón Weston,
Henry (tres años mayor) y Phillip
(un año menor). En su juventud, Emma se
llevaba pésimo con Henry quien solía hacerle bromas pesadas y burlarse de ella
por ser una literata, en cambio Phillip era todo lo opuesto; caballeroso,
amable, se convirtió en su mejor amigo. Años después, Emma ahora es una
joven mujer de veintiún años quien lleva tres años sin ver a los Weston. Cuando
su padre sigue deprimido por la reciente muerte de su esposa, la madre de Emma,
y han dado despedida a su último alumno, Emma cae en la desesperación de
enviarle una carta al barón Weston para cuestionar si estaba dispuesto a
enviarles a sus dos últimos hijos a la academia. No es mayor su sorpresa al recibir, como respuesta, la invitación del
propio barón a su casa para su padre ejercer de tutor de sus hijos mellizos.
Cuando
Emma y su padre llegan a Ebbington House, Emma percibe que hay un misterio
rondando la casa. La nueva lady Weston, madrastra de Henry y Phillip y madre de
los mellizos, no está feliz con su llegada y parece ocultar secretos, al igual
que casi todos los habitantes de la mansión. Además, a Emma se le murmura la
existencia de un fantasma en la casa, el espectro de la antigua Lady Weston, la
madre de Henry y Phillip, y se le prohíbe a Emma siquiera husmear en el ala
norte de la mansión. Cuando sonidos
extraños y cosas extrañas comienzan a sucederle a Emma por la noche, decidirá
averiguar qué misterio oculta la casa y sus habitantes, al mismo tiempo que
tendrá que lidiar con los sentimientos que los hijos mayores del barón provocan
en su corazón. ¿Quién es el que toca el
piano por las noches? ¿Quién entra en la habitación de Emma cuando ella trata
de dormir? ¿Quién es el misterioso autor de las cartas de amor que ella
recibe? Y lo más principal, ¿en verdad
existe el fantasma de la antigua lady Weston?
Déjenme
decirles que yo tenía miedo de que este libro no me gustara. Primero, temía que la narración fuera
pesada. Segundo, temía que la historia no estuviera tan bien. O tercero, que
los personajes me desagradaran. ¡Pero no! Esta historia me ha ido
enamorando a pasos agigantados, y no solo por el misterio que encierra en sus
páginas, sino por el romance que le acompaña. No hay nada mejor para mí que un
buen misterio acompañado de un buen romance… hasta que fue desnivelándose
después.
Emma |
Emma me ha parecido un personaje increíble. A decir verdad,
en muchas ocasiones me he visto identificada con ella. Es una amante rotunda de los libros, obsesa del control y el orden, y
muy lista. Durante su juventud lidiando con Henry Weston ha mostrado estar
a un paso delante de él en sus travesuras, al mismo tiempo que sigue siendo una
jovencita que se enamora cada vez que está con Phillip Weston. También tiene
sueños y ambiciones, uno de ellos es poder viajar a Italia debido a una taza con
el dibujo de una barca veneciana regalo de su madre.
Henry |
Cuando
llegan a Ebbington House, lo hacen en un momento inoportuno. Ha sucedido algo
en la familia que no quieren que sepan pero aún con ello, el baron Weston los
mantiene en su hogar para enseñar a sus hijos menores Rowan y Julian. A la vez,
les prohíben el paso al ala norte. Durante
las noches, Emma escucha ruidos extraños y recibe visitas indeseadas que
ella atribuye a la llegada de Henry Weston, quien en el pasado siempre le había
hecho bromas. Sin embargo, para Emma las cosas mejoran con la llegada de
Phillip. Ella siempre fue más particular a él por la casi nula diferencia de
edad, aparte de que Phillip era todo el tiempo más amable que su hermano. En una
ocasión Emma recibe un par de inesperadas cartas de un admirador secreto
declarándole su amor. Tanto Emma como el lector debemos tratar de adivinar
quién pudo ser el autor del mismo.
Phillip |
A
la vez, está también el asunto de la casa. ¿Qué es lo que provoca esas visitas
inesperadas a Emma y los ruidos extraños? ¿En verdad es el fantasma de la
anterior lady Weston? ¿Qué se oculta en el ala norte y por qué ha visto a Henry
ir más de una vez allí? ¿Cuál es el secreto de la familia?
SECCIÓN CON
SPOILERS
Esta
vez no voy a explayarme en cosas sino que iré directo al punto. Porque una vez
pasados el… ¿60 %? Del libro, hay como una especie de declive que digamos me
bajó un poco la emoción.
Caso #1 – ¿El cadáver de lady Weston en el Ala
norte?
No.
Simple y llanamente, no hay fantasma. Lo que ocultan en ese lado prohibido de
la casa es el hermano, el primogénito, de los Weston. Antes del nacimiento de
Henry, los Weston tuvieron un niño llamado Adam que nació con problemas. No se
especifica muy bien durante la historia, pero a la final en una nota la autora
menciona que se basó en un hermano de Jane Austen que nació con problemas
físicos o mentales (que según historiadores, podría ser epilepsia). Pienso que
tal vez sea síndrome de Down, por algunas características que Emma menciona al
describir a Adam, aunque tal vez me equivoque. Aunque Adam tenga, si mis
cálculos no me fallan basándome en las edades de Henry y Emma, 26 años, es un
niño –porque así lo denominaré– dulce, educado, y que a pesar de sus
capacidades porta una inteligencia increíble. Adam es fanático de las batallas,
tiene cuadros con escenas de guerra, lee libros de historia militar y le gusta
jugar con soldaditos o incluso usa fichas de ajedrez para montar su propia
batalla –aunque luego Henry le enseña cómo se usan en verdad el ajedrez. Obviamente
por su condición lo mantienen escondido del mundo, en especial por orden de
lady Weston pues cree que su presencia podría dificultar la posibilidad de sus
hijos de hallar pareja, y hasta se le llega de acusar de todo lo que ocurre en
la casa cuando su único pecado había sido entrar a la habitación de Emma… que
anteriormente había sido SU
habitación. Poco a poco se van aclarando
las cosas entorno a Adam y se va aceptándolo como lo que en verdad es: una
persona que merece ser amada como todas las demás.
Caso #2 – Las cartas del admirador secreto de
Emma.
Esto
será sencillo. Nunca se aclara. Yo asimilo
que (es algo que ya aclararé) fue obra de los mellizos, en especial de Julian,
para gastarle una broma a Emma pero… ella jamás les preguntó ni a Phillip o al
mismo Henry por su autoría y yo me quedé esperando ese momento…
Caso #3 – ¿Los Weston, ricos o pobres? + Caso
#4 – Contrabandistas Vs. Emma. ¿Es una broma, Julian?
Algunas
veces vemos la historia desde el punto de vista de Henry, las escenas no están
siempre desde la mira de Emma. Por lo que nos enteramos de que la familia pasa
por ciertos problemas.
Henry
menciona que desea mucho conocer mundo, viajar, ir a otros países, pero la condición
económica de su familia no se lo permite. A la vez, él apenas está haciéndose cargo
de la administración de las cuentas, pues es algo que se encarga directamente
el mayordomo de la casa, quien anteriormente atendió a la actual lady Weston.
Ahora, ¿captan lo malo que hay en eso?
Allí
en Cornualles, dado que están en un pequeño pueblo y la mansión está en un
acantilado, algunas veces en las mareas bravas, los barcos mercantes sufren
naufragios y la mercancía que cargan y llega a la orilla es robado por los
habitantes y los contrabandistas. Entre ellos, está Derrick Teague, uno de los
más famosos en la zona y que constantemente visita la propiedad de los Weston. Un
tipo desagradable hasta decir basta. Resulta que, sí, la familia estaba en
quiebra hasta que el sr Deavis, el mayordomo de la casa, le sugiere a lady
Weston aliarse con Teague: ella daba su
nombre a los artículos que Teague robaba para vender, volviéndolo de forma
legal la venta, y compartían las ganancias.
¿Qué
tiene eso que ver con el segundo caso?
Pues
a la llegada de Emma, ella ha empezado a relacionar dichos casos que solían aparecer
en los periódicos, veía la desagradable presencia de Teague en la mansión, lo
mala espina que le daba y que lo confirmaba cuando incluso el mismo Henry no
gustaba de él.
Henry
presenció en el pasado muchos naufragios que no pudo salvar, así que para ello
quiso crear una especie de torre con una campana que se podría tocar para dar
aviso de un hundimiento y poder salvar vidas. Al salvar vidas, la mercancía no quedaba a la deriva sin dueño que
reclamar, por lo tanto los pueblerinos y contrabandistas se quedaban sin nada
que vender. No les convenía. El punto, para no alargarlo más, es que por
sugerencia de Teague, Julian crea un plan para encerrar a Emma en una capilla
que está peligrosamente ubicada cerca del mar (al subir la marea, peor en días
de tormenta, ésta se inunda) pero no contaba con que Henry también quedaría
atrapado. Julian constantemente había
sido el autor de las maldades nocturnas que hacía Emma, todo con el fin de
asustarla y hacer que se marchara de Ebbington House, algunas veces con ayuda
de su mellizo y Lizzie. Claro que éste último plan falló gracias a Rowan quien
no es tan cruel como su hermano y acabó salvando a Emma y Henry, momentos antes
de que la tormenta arrasara con la capilla. Y es ahí donde se descubre todo lo
anterior dicho…
Conclusiones
Pues,
¿qué les digo?
Durante
un buen porcentaje del libro me mantuvo picada, sacando conclusiones de cuál
podría ser el desenlace. En algunas le atiné, otras no tanto, pero… cuando
acabé de leerlo, me sentí extraña. En verdad
sentí un declive enorme y no sé cómo sentirme al respecto.
Hubo momentos que me enojé muchísimo, en
especial con Emma y con la época, cuando ella abofeteó a Lizzie –digamos que
las circunstancias, aunque lo entendí, lo apruebo. Las razones de Emma eran
válidas, la situación era de vida o muerte. Literal– y al momento de enfrentar
a los demás, Lizzie vuelca la historia a su favor dejando a Emma como la
villana… sin que ésta siquiera hiciera algo por defenderse. Nunca antes me
había enfadado tanto, me había dado una arrechera y una impotencia, como en
esta escena…
No,
esperen, me pasó también con El Anillo
de Rubí…
Retomando.
Odio las injusticias y que además el
personaje al que es acusado injustamente no haga nada por defenderse “pues
no es propio de una señorita”. ¡A la mierda mis pantaletas! ¡Te están acusando
injustamente cuando hiciste lo propio, y no eres capaz de abrir la puta boca! Y
lo peor, TODOS a excepción de Henry (pues él sabía lo que había ocurrido)
dudaban de Emma, ¡hasta el propio Phillip! ¡Qué carajo, huevón! ¡¿No se supone
que la amabas?! Se los digo, me saca de mis ovarios la deslealtad, y se sintió
peor viniendo de este personaje en específico.
Uy,
es que cuántas ganas no tuve yo de entrar en esa vaina, zarandear a Emma y
decirles sus cuatro vainas a todos, incluido al papá de ella.
Por
otro lado, me sacó de onda, fuera del tema de los contrabandistas, todo lo
ocurrido con el supuesto “fantasma”. Sí, Adam es adorable y todo, pero el libro
me estaba gustando por la idea de incluirle algo paranormal al mismo. Lo dije y vuelvo a decir: los últimos 30-40
% del libro decayó para mí. Incluso en el romance. A pesar de que quedaba
obvio con quien iría Emma a quedar, y me pareció súper tierno, casi no hubo
momentos de ella con este tipo. Más bien, las escenas románticas empezaron a
sentirse un poco… secas. Soy una lectora que ama un buen romance en un libro, y
al principio creí que encontraría eso en este pero… creo que tuvo más peso los misterios que rondaban la historia que el
romance.
Solo
para acabar, debo alabar la pluma de la autora. Me gustó mucho su forma de
narrar, sin ser pesado y tan ameno, con un toque de humor. Si bien tuvo
instantes muy… desnivelados, no puedo negar que he disfrutado de la lectura. Aparte
que me encantó lo mucho que investigó respecto a la época, el ambiente y, para
mi desgracia, las costumbres de la época. Sí, digo desgracia, porque estoy
segura de que así de pendejas eran las mujeres en una época que solo se les usa
de florero. Aun con ello, me gustó que Emma fuera un poco diferente al resto
por ser tan literata… aunque no supo sacarle provecho para los momentos que en
verdad debía mostrar inteligencia.
PD.:
Otra cosa que a veces me exasperaba era las constantes menciones al
cristianismo y a Dios. O sea, marico, vine aquí por romance y misterio, no por
misa. No me jodas.
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